El Sur de Departamento Cruz del Eje
ha iniciado desde hace 4 años un importante desarrollo turístico generado
fundamentalmente por la declaración de la Estancia Jesuítica de La Candelaria como Patrimonio de la
Humanidad por parte de UNESCO.
A raíz de este hecho trascendental
es que toda la micro región de las pedanías Higuera y Candelaria comenzó a
mudar su actividad principal productiva hacia el turismo. Así, lugares que
antes eran parajes apenas habitados hoy se han transformado en importantes
sitios turísticos. Es el caso de Oro Grueso, estancia turística de Jerarquía
Nacional a cargo de “Pepe” Pascual; Characato, Río de la Población, entre
otras. Todos ellos son emprendimientos privados con actividades de Turismo
Rural y Turismo Alternativo, siendo el descanso y el contacto con la naturaleza
su principal atractivo.
Fieles a su vocación turística, los
centros vacacionales de Punilla se lanzaron a desarrollar productos para estos
nuevos atractivos, utilizando como vías de acceso, la Ruta Nacional 38 a la
altura de Molinari o La Falda, y la Ruta Provincial 28 en Tanti. Ocurre que
estos caminos en la gran mayoría de los casos (en especial cuando llueve) no
están en condiciones y tardan en ser
reparados. Comenzaron entonces a
transitar nuestra región como paso obligado a Candelaria por la Ruta provincial
nº 15 a la altura de La Higuera. Por fin vimos algún turista en la región, pero
no nos alegremos, acá no gastan casi nada.
La devaluación y la declaración de
UNESCO del Valle de Talampaya como Patrimonio de la Humanidad, comenzó a poblar
Córdoba y La Rioja de turistas extranjeros y nacionales. Así surgieron un gran
número de Tour Operadores Receptivos que comenzaron a programar, operar y comercializar
los productos UNESCO. Pero Candelaria (y el Sur del Dpto. Cruz del Eje)
presenta para ellos la gran debilidad de la accesibilidad y la distancia a los
aeropuertos y hoteles de Categoría. Nuevamente Punilla se lanzó a capturar este
Mercado, utilizando su experiencia y estructura, pero esta vez la accesibilidad
y la distancia lesionaron sus productos a la hora de comercializarlos vía
operadores Receptivos.
La anterior situación obligó a los
Receptivos a programar de otra forma sus productos, dificultando la operación y
encareciendo los costos. Actualmente, el 80 % de los Receptivos (que ofrecen
sus productos al mundo) ingresan en sus Tours a Candelaria por La Higuera,
obviando Punilla en su operatoria y viajando por una suerte de incertidumbre. Para
ser mas claros: “Cuando vas al Uritorco vas a Punilla, cuando vas a Santa
Catalina vas a Sierras Chicas; Cuando
vas a Candelaria ¿a dónde vas?”, Supo preguntar el coordinador de un Receptivo
internacional en su paso por Villa de
Soto. Mientras, Cruz del Eje y toda la región Noroeste mira pasar a todos esos
turistas, esperando que alguien de Punilla nos incluya en alguna propuesta de
media jornada que poco nos beneficia.
Cruz de Caña, progresista comuna de
la pedanía Candelaria, comprendió este concepto y desde hace varios años
comenzó su camino de desarrollo turístico. Inició un proceso de ordenación
turística del territorio, mejorando sus caminos, con obras como el puente vado
sobre el Río San Guillermo e importantes mejoras en el Centro Cívico. Fomentó
la inversión inmobiliaria la actividad
privada de servicios, facilitando el trabajo de operadores y elaborando
productos auxiliares y complementarios al de Base (Candelaria). También logró
una efectiva articulación promocional. Cruz de Caña será un importante destino
de la Región Noroeste en el largo plazo. Serrezuela, por sus características
puede seguir ese camino si aplica una visión similar
Esa gran barrera psicológica que
parece imponerse monumentalmente a la salida de Capilla del Monte ha sido desde
siempre nuestro muro de los lamentos. El estar lejos y por ello creer que
estamos olvidados, discriminados y marginados nos ha llevado a llorar por
migajas. Ahora estamos ante un oportunidad trascendental: La debilidad de la
accesibilidad y la distancia pueden transformarse en nuestra principal
fortaleza. La gran chance de construir nuestra propia marca turística, de ser
reconocidos por lo que hacemos y valemos. Somos capaces de hacerlo.
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